La profesora va a impartir esta asignatura de manera constructivista, es decir, aprenderemos construyendo nuestro propio aprendizaje, con los conocimientos que ya sabemos y con los que nos quedan por conocer. Nos ha contado que es un método de aprendizaje con el que realmente se aprende y que esto está comprobado por ella. Nunca me han impartido clase de este modo, por tanto, tengo bastante curiosidad por ver como se desarrollarán las clases y la verdad, que con los ejemplos que ha puesto me fío de lo que dice, y espero ser capaz de construir mi propio aprendizaje.
Para empezar con este tema, hemos realizado una actividad para conocer nuestros conocimientos previos sobre la Literatura Infantil. El ejercicio consistía en que, de manera individual, cada uno escribiese en una hoja dos definiciones: literatura e infantil. Cuando escribí literatura y seguidamente puse una flechita para escribir la definición me pregunté: ¿Realmente alguna vez he leído la definición de literatura? ¿Me lo han enseñado en el colegio o en el instituto? ¿Será que no lo recuerdo? Puede ser una mezcla de todo, pero si alguna vez lo he leído o me lo han enseñado, desde luego, no lo recordaba. Por tanto me paré a pensar que era la literatura para mí, y para mi la literatura es un arte que se transmite a través de la escritura. Después al poner todas las definiciones en común, resultó que no me había alejado mucho.
La profesora explicó que nuestras definiciones podrían clasificarse en:
-Literatura como arte.
-Historia de la literatura como conjunto de obras.
-Teoría de la literatura como disciplina.
Yo no sabía que la literatura fuese una disciplina y mucho menos que se contemplase como una teoría. Según fuimos leyendo las definiciones íbamos clasificándolas. Tras esto, nos explicó las distintas definiciones de literatura, que han ido cambiado a lo largo de la historia.
La primera que publicó la RAE definía a literatura como el arte de la palabra escrita. Hasta aquí bien, mi definición se asemejaba bastante, y para que engañarnos, esto me alegró. Pero siempre hay un “pero” (valga la redundancia). Resulta, que esta definición, podría decirse que no era del todo correcta, pues dejaba fuera a obras literarias históricas que se transmitían oralmente y no por vía escrita, como por ejemplo, aquellas recitadas por los juglares o los trovadores. Por tanto, más tarde, la RAE publicó otra definición en la que se omitía la palabra “escrita” quedando la definición de esta forma: La literatura es el arte de la palabra. Así que con esta última definición quedaba definido lo que realmente es la literatura. Yo nunca habría pensado en la literatura oral, a pesar de que lo he estudiado unos cuantos años, y me dio cierta pena no acordarme de estas obras que son igualmente literatura como las otras. Por tanto, me alegro haber conocido este detalle de la definición que tiene en cuenta a estas obras literarias de transmisión oral.
Una cosa que considero importante que hemos aprendido son las características que tiene un texto literario. No sabía que no todo texto bien escrito es un texto literario (por ejemplo, las noticias no lo son, a pesar de estar bien redactadas y escritas). Las tres características que debe tener un texto para considerarlo literario son las siguientes:
- Tiene que pertenecer a alguno de los tres géneros literarios: prosa, verso o teatro. En la antigüedad se denominaban como épica, lírica y drama (nunca viene mal repasar estas cosas, pues ya de éstos nombres no me acordaba).
- Siempre, siempre, siempre (sí, es muy importante) el texto debe utilizar la función expresiva y la función poética.
- Tienen que ser textos de ficción.
No sabía exactamente que era ficción, pero la profesora se encargó de resolver nuestras dudas y me quedó muy claro. La ficción es “no realidad”, es decir, es una historia inventada, que luego independientemente puede tener temas fantásticos o no, pero la ficción no es fantasía.
Otra palabra que no conocía era paraliterario. Es algo que tiene que ver con la literatura, pero que no llega a serlo, sino que se queda al lado. Para entenderlo mejor puso como ejemplo una biografía.
Para que sepamos distinguir la paraliteratura debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
-No tienen intención artística.
-Puede pertenecer a géneros literarios (biografía y poesía de circunstancias)
-No es ficción aunque como está escrita por una persona está influenciada por su ideología.
-Usa las funciones poética y expresiva.
Además existe otro campo, el cual tampoco conocía, que es la subliteratura. Se puede distinguir por las siguientes características:
- La intención literaria (el arte) está debajo de la intención económica.
- Tiene ficción, pertenece a alguno de los tres géneros literarios (prosa, verso y teatro) y utiliza también la función poética y expresiva.
- A ella pertenecen la literatura de género.
En cuanto a la definición de “Infantil” no acertamos prácticamente nadie en la edad en la que está enmarcada. Algunos pusieron que estaba comprendida entre los 0 y 6 años y otros entre los 0 y 12 años. Pero la realidad es otra. La literatura puede dividirse en tres edades: infantil, juvenil y adulta. La infantil comprende las edades de 0 a 14 años. Lo que me parece curioso de esto, es que la primera en marcar el límite de la edad fue la editorial Barco de Vapor. Además, dicha editorial diferencia estos límites de una forma peculiar, que es distinguir cada edad con distintos colores. A las demás editoriales les pareció bien y establecieron los mismos límites.
La literatura infantil tiene diferencias con la literatura adulta, como la forma de escribirse y los contenidos y es considerada literatura de género. Por ello algunos autores consideran como subliteratura y no como literatura.
La literatura de género es de receptor implícito y esto significa que va dirigida a un público en concreto, es decir, el autor escribe para una tipología concreta de público y por eso la literatura infantil se denomina de género, pues va dirigida a un público en concreto: los niños.
La profesora explicó que en realidad la literatura infantil debería ser considerada literatura, es decir, arte para el niño. Opino lo mismo, pues muchos autores escriben literatura infantil con el fin de que los niños aprendan pero sobre todo lo hacen para que aprecien y disfruten el arte.
1 comentarios:
Perfecto. Continúa así :)
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