HISTORIA DE LA LITERATURA INFANTIL
La literatura infantil y juvenil no se empieza a contemplar hasta finales del siglo XVIII. Hasta ésta época los niños no solían saber leer, solo sabían aquellos que podían permitirse recibir una educación. Las historias que se contaban entonces a los niños eran historias en las que no se controlaban los temas, es decir, los niños oían todo tipo de cuentos, ya que vivían la realidad de entonces, conocían todo y estaban acostumbrado a ello: las guerras, la muerte, el sexo, etc.
Pero a partir del siglo XVII comienzan a abrirse escuelas para iniciación a la lectura.
Se empezó a escribir para los niños, pero la finalidad que tenían estas historias era única y exclusivamente didáctica y moral. La profesora nos leyó algunos poemas y una fábula en la que se veía claramente éste objetivo. En la fábula la moraleja era que no hay que ser mentirosos y que si lo somos pueden pasarnos cosas muy malas, y en los poemas trataban temas y utilizaban un lenguaje que los niños no usan.
Julio Verne es el primer autor que escribió para un público que tenía ilusiones, que sabía imaginar, crear y fantasear y la mayoría de éste público era gente joven.
Es a partir del siglo XX cuando se empieza a escribir para los niños peques. A partir de los años 60 la literatura infantil adquiere un carácter de entretenimiento. A partir de los años 90 se crean ya libros para niños de 0 a 6 años.
El primero en interesante en la literatura infantil fue un editor llamado Santiago Calleja. Antes editar libros era muy caro y por ello la mayoría de la gente no podía permitirse comprar libros. Lo que hizo éste editor fue inventar una nueva forma de hacer literatura en el ámbito infantil: creó los libros de bolsillo, los cuales eran pequeños y baratos para que los niños de familias más pobres pudiesen comprarlos y leerlos. Además al final de cada libro venían pasatiempos, chistes y una biografía de algún personaje importante. Calleja no tenía la costumbre de poner el nombre del autor pues consideraba que la editorial era más importante. Salían en los kioscos e iban dirigidos a niños que sabían leer, es decir, aún no había libros para niños muy pequeños (menores de 6 años).
Está claro que esto fue una iniciativa muy importante pero lo que ocurre es que éstos libros aún seguían la guía de aquella época: su finalidad era didáctica y moralizante. Por ejemplo: un libro enseñaba a compartir, otro a comportarse bien, otro a no mentir, etc…) Habían dos tipos de libros:
- Cuentos con niños “reales”: no quiere decir que sean niños reales que existen sino éstos son los libros en los cuales los protagonistas eran niños a los que les ocurrían cosas de la vida cotidiana pero no existían realmente.
- Cuentos con apariencia folclórica: eran libros ambientados en tiempos remotos fantasiosos.
Es realmente en los años treinta cuando la literatura piensa en los niños. La escritora Elena Fortún escribe un libro llamado Celia. La protagonista de éste libro sí que tiene psicología, es un personaje complejo que tiene numerosas características que lo definen. Además la protagonista, hace cosas que los niños pequeños hacen por lo que los éstos pueden sentirse identificados con ellos, lo que es algo muy importante. Es así como tienen que ser los libros de literatura infantil, es decir, los personajes deben tener la misma psicología del niño (dependiendo de la etapa evolutiva) para que los niños se sientan identificados.
Aun así, desde los años treinta hasta los años setenta aún conviven las dos tendencias: la de los personajes planos y la de los personajes con psicología. Es a partir de los setenta cuando la cosa cambia completamente y se hacen libros pensados exclusivamente para los niños con los personajes adecuados. Además se empiezan a publicar libros en los cuales los niños protagonistas reivindican su papel en la sociedad (Por ejemplo: Oliver Button es un nena). Es un cambio muy grande a la par de importante pues va haciendo el camino de la buena literatura infantil.
En el año 90 es cuando se llega al punto de que, por fin, la literatura infantil se crea como arte, cuidando las historias, las edades (en las que se incluye la etapa de infantil) y además con una finalidad que ya no es simplemente didáctica y moral si no que se escribe para que los niños disfruten del arte de escribir.
LOS TRES GRANDES GÉNEROS EN LA LITERATURA INFANTIL
El teatro
El teatro se puede dividir en dos partes: la parte literaria, es decir, el texto escrito (Diálogos, acotaciones…) y la parte de interpretación, es decir, el espectáculo.
¿Qué ocurre en la literatura infantil con el teatro?
Nada más y nada menos que no hay autores que escriban textos dramáticos para niños, porque ni ellos ni lo van a leer y los mayores tampoco se dedicarán a leérselo, es decir, el teatro infantil no existe como texto de autor.
Lo que si ocurre es que hay libros dirigidos a los maestros para que éstos realicen actividades de expresión teatral y monten algún teatro con los niños.
La poesía
Éste género es quizá el más difícil en el ámbito de la literatura infantil pues usa la función poética. Hasta principios del siglo XX en la lírica había que saber manejar el ritmo y la rima para ser reconocido como un poeta. Sin embargo, es interesante saber que la Generación del 27 rompió con la rima pero los textos seguían teniendo ritmo. A esto se le llamaba versículos. ¿Cómo podemos distinguir una poesía con rima de una que no la tiene?:
- Por la colocación y por la estética.
- Porque tiene más recursos estilísticos y literarios que la prosa.
- Porque lo que expresa son sentimientos.
Sin embargo, la literatura infantil no sigue estos criterios, la literatura infantil tiene tanto rima como ritmo y esto es muy importante pues a los niños les ayuda a seguirlas bien, a aprenderlas mejor, a entenderlas y a disfrutarlas. En la mayoría de los casos la poesía infantil es narrativa pues es muy difícil transmitir a los niños sentimientos. Por este motivo antes aprovechaban los poemas para enseñarles a los niños temas didácticos y moralizantes. Los poemas no estaban pensados para ellos pues transmitían normas, conceptos y no tenían psicología infantil.
Sin embargo, hubo alguien que se preocupó por esto:
Gloria Fuertes
Se preguntó que era lo que pasaba con la poesía. Se dio cuenta de que el problema estaba en la educación pues en el colegio se transmitían los poemas como algo aburrido ya que, como, he citado antes, tenían finalidad didáctica y moral. Entonces Gloria Fuertes empezó a leer poesía infantil de otros países, sobre todo un subgénero que se llama “Nursery rimes”. Éste subgénero tenía una característica que la poesía española no poseía: no eran poemas ni didácticos ni moralizantes sino que eran poemas absurdos, sin sentido y esto le gustó mucho. Por ello, tomó la idea y empezó a escribir poemas absurdos y sin sentido para los niños, con las características del “Nonsense” (sin sentido)y con ello cambió el sentido de poesía infantil.
Sus poesías tienen las siguientes características:
La prosa
Como ya he comentado en otras ocasiones, si se quiere escribir para los niños hay que conocerlos. Mercedes Gómez del Manzano, una investigadora, analizó el equilibrio entre el lector y el niño protagonista (el niño protagonista también puede ser un animal). Llegó a la conclusión de que hay que tener en cuenta la edad, escribir historias que se entiendan, historias con personajes con los que sentirse identificados y que correspondan a su momento evolutivo.
ANÁLISIS DE UN LIBRO INFANTIL
Una de las cosas mas importantes que un maestro debe hacer es saber elegir buenos libros de literatura infantil.
Obviamente, lo primero que hay que hacer es leerse el cuento y observar las imágenes y tener en cuenta al receptor. Después se pasa al análisis detallado en el que hay que tener en cuenta lo siguiente:
- La edad: hay que estimar la edad para la que creemos que está dirigida el cuento. La edad, está claro que puede variar, pero hay que hacer un cálculo generalizado. Una cosa a tener en cuenta es que los álbumes sin texto no suelen tener una edad estimada). Para esto debemos saber el desarrollo psicológico y evolutivo de los niños.
- Si hacemos un análisis escritos debemos hacer una pequeña ficha en la que se indique el título, el autor, el ilustrador, la editorial, el año de publicación y los años de edición.
- El emisor: éste no es el escritor. En el caso de la literatura infantil el emisor es aquel que transmite la información al niño. Suele ser el personaje protagonista que es con el que el niño se identifica. Hay que tener en cuenta que en algunos cuentos no hay personaje emisor, por lo que pasaría a ser éste el adulto que está leyendo el cuento.
- Estructura: puede ser de tres formas.
-Planteamiento, nudo y desenlace.
-Estructura acumulativa: hay un asola acción que se repite a lo largo del cuento, o se van acumulando personajes los cuales repiten dicha acción con alguna variante o no. (Un ejemplo de esto es “Amelia quiere un perro”)
-Combinada: esta estructura combina las dos, por tanto, tendría planteamiento, nudo y desenlace y en el nudo es donde estarían las acciones que se repiten.
También las historias pueden tener final abierto, para que los niños inventen e imaginen el final pero…¡A los niños les gustan los cuentos con final!
-El tiempo, el espacio y el entorno: todos tienen que ser reconocidos por los niños. Existen dos tipos de tiempo: los neutros (en los cuales no se especifica el tiempo, es decir, s indefinido) y los concretos (en los que se sí que se conoce).
-Ilustraciones: éste es un aspecto muy importante. No deben ser imágenes estereotipadas, es decir, tienen que ser imágenes que les permitan desarrollar su imaginación y su creatividad. Otro factor muy importante es que deben narrar la historia, es decir, tienen que seguir la secuenciación de la historia.
-Lenguaje: es otro aspecto importante a destacar. Tiene que ser un lenguaje con palabras que los niños conozcan (aunque siempre se puede aprender alguna palabra nueva), con frases cortas y que sean conocidas por los niños, frases que ellos suelen utilizar. También hay que valorar los recursos literarios que se usan, pues es mejor si está escrito de una forma más literaria.
-Valores y contravalores: éstos son los aspectos negativos y positivos de los personajes. Hay que comprobar si dichos valores pueden ser comprendidos por los niños. El personaje que empieza con valores negativos tiene que acabar con valores positivos y el que empieza con valores positivos tiene que acabar del mismo modo.
Me ha parecido muy interesante conocer la historia de la literatura infantil, pues no conocía nada acerca de esto, pero sobre todo me ha gustado aprender como se analiza un libro, pues es algo fundamental que tendremos que hacer a lo largo de todo nuestro futuro profesional.
VOCABULARIO NUEVO APRENDIDO
Literatura de autor: es la literatura que tiene un autor ya sea conocido o no.
Literatura folclórica: es la literatura que no tiene autor. Ésta es la literatura que ha sido transmitida vía oral y que han ido modificándose por el boca a boca.
Álbum ilustrado o álbum de imágenes: estos tienen dos características que los hacen diferentes del resto de libros:
-En él se reúnen dos artes: el arte plástico y la literatura. Además la plástica está cuidada especialmente. Esto es algo muy bueno pues de esta manera el niño se acerca y conoce los dos artes.
-Las imágenes de esto libros están secuenciadas, siguen una secuencia narrativa ilustrada. Esto quiere decir que tan sólo con ver las imágenes se puede deducir la narración. A los niños para que puedan conocer la historia con las imágenes hay que leérselo al menos una vez.
Personajes planos: aquellos que no tienen psicología. Sólo tienen una o dos características que les define.
Libros troquelados: libros que no son cuadrados ni rectangulares, sino libros que tienen una forma en concreto. Por ejemplo: el libro de La ratita presumida tiene forma de ratita.
Poesía épica: son narraciones de historias con lírica, es decir, poesía narrativa.
Cuentos mínimos: son cuentos muy cortitos. Por ejemplo: “Había un gato con las orejas de trapo y el culo al revés ¿Quieres que te lo cuente otra vez?”
Nota para el tema de los cuentos folclóricos: No todas las películas Disney son cuentos folclóricos.