Resulta curioso no saber muy bien como empezar a comentar este artículo y diciendo esto ya he empezado. Lo primero que diré es que desde luego, la autora ha conseguido abrirme los ojos. Es cierto que, tristemente, pasamos el día a día creyendo todo lo que nos dicen, todo lo que nos cuentan, todo lo que nos enseñan… y no nos molestamos ni un poquito en despertar nuestra curiosidad, en tratar de averiguar más, de hacernos preguntas, de echarle a la vida imaginación y estoy de acuerdo con la autora en que debemos cambiar nuestro “chip” y ver más allá de las cosas, de la vida, que sin duda alguna, esta llena de misterios (por llamarlo de alguna manera).
Admiro que me haya hecho ver que todo lo que nos rodea, el mundo, la vida… son un sin sentido y que esto ¡Es positivo! Ha permitido que a lo largo de la historia hayamos avanzado en muchos ámbitos, ha permitido que gente haya creado arte con el que hoy todos podemos disfrutar.
Comenta la escritora que los niños son los más capaces de ver y creer en el nonsense, y que según nos hacemos mayores parece que vamos perdiendo esa capacidad. Pero no es así y estoy de acuerdo con ella. Creo que nos “hacemos mayores” porque queremos, pensamos que la fantasía, la magia, las cosas inexplicables son cosas de niños y esto no es así porque si queremos… todos podemos tener un poquito de niño dentro. Si queremos… todos podemos ser un poquito Peter Pan.
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